lunes, 16 de junio de 2008

"Ya nada es lo que era"


Las ilusiones volaban incesantemente, las sonrisas se apoderaban de nuestras bocas, las abrazos eran mas eterno, y el "para siempre felices" parecía ser cierto. Pero un día de Febrero algo sucedió.

Eran tierras lejanas las que nos rodeaban esta vez, por fin se había cumplido aquella promesa de "huir"; como alguna vez dijiste: "ésta será la huida más grande". Así fue, nada nos detenía, caminabamos amarrados, sonriendo, disfrutando de aquellas pequeñas cosas que aquellos lugares nos entregaban.

Nada podía salir mal, nada. Todo conspiraba a nuestro favor, hasta que llegó el momento del derrumbe. Sólo fue necesario que tu boca hilara dos grandes frases para que mi vida girara en rumbo contrario. Para que mi espalda se congelara y mis ojos se llenasen de polvo y humo.

Y ahí justamente paró el mundo, la habitación se hizo más grande y la música nocturna tomó el lugar de mi respiración. Te miré, te comprendí dentro del horror, y tuve que pagar por mis años vividos, tuve que sentir culpa de tener 22 años.

Los días siguientes se llenaron de nostalgia, de sonrisas forzadas y de regalos no merecidos. Pasaron más días y el final de la huida más esperada se acercaba.

Todo seguia igual, tratando de llevar una relacion en base a sonrisas hipocritas y besos por compromiso, porque aquellas frases habian quebrado todo, todo...

Desde aquel día Ya nada es lo que era...Desde aquel día sufro en silencio por cada palabra mencionada, sufro y añoro cada momento vivido antes de aquella huida.


Así me quedo, sola y en silencio. Tratando. Tratando y Llorando.