sábado, 24 de abril de 2010

Balance...






Miro hacia atrás y hago balance de estos cuatro meses que ya han pasado. Definitivamente el resultando son números rojos.

114 días:

* 3 días perdidos.
* 50 días de huida.
* 42 días continuos apoyándome en el alcohol.
* 8 días caminando en Puemayén.
* 2280 cigarrillos.
* 1 despedida alargada y anunciada.
* 1 Separación.
* 5 kilos menos.
* 2 nuevos amigos.
* 10 distintos brazos.
* 4 amigos compañeros de huida.
* 3 nuevos cuerpos.
* 1 despedida agradecida.
* 1 desilusión.
* 1 destello iquiqueño.
* 1 terremoto no vivido.
* 1 proyección.
* 1.000 ilusiones sin fundamentos.
* 2844 kilómetros.
* 1 encuentro.
* 1 despedida no querida y triste.
* 11.694 kilómetros de distancia entre los dos.
* 1.000 besos.
* 1 "mediagua" construida.
* 1 adiós.
* 1 diagnostico médico.

Cuesta tanto seguir avanzando cuando las cosas te empujan constantemente al abismo. Hoy, quiero gritar y correr. Quiero gritarte y correr a buscarte. Quiero correr y abrazarte. Quiero correr y que me digas que sientes lo mismo que yo. Quiero correr y que me grites que te espere.






lunes, 19 de abril de 2010

Considéralo


"Si tienes frío y tiempo me llamas..."
"...y si te faltan refuerzos: mi teléfono en tu agenda..."

viernes, 16 de abril de 2010

Tristeza por una ausencia infinita.



A medida que la manilla del reloj avanza y da cuenta de que la noche pronto terminará, la sensación de pérdida y ausencia se vuelve cada vez más insoportable. Por lo que para contrarrestrar aquello, fumo. Fumo cigarrillo tras cigarrillo para tratar de confirmar el principio de destrucción. Sin embargo, nada sucede. El humo parece contener toda aquella nostalgia. Duele un poco más. 
Todas las ganas y fuerzas parecen irse con la última gota de oscuridad y con la última melodía que rodea este rincón habitado por tu presencia fantasmal. 
A medida que la manilla del reloj avanza, miro hacia el cielo buscando alguna respuesta celestial a esta gran tristeza que embarga mi cuerpo, y de la cual no me puedo desprender. Pero al segundo, me doy cuenta  que no existe dios. Y que necesito otra solución. Miro a mi alrededor y sólo veo cigarrillos, colillas y desorden. Un escenario poco alentador. 
Deambulo por este espacio cerrado y transfigurado por el humo y gritos, buscando algún lugar en el que pueda descansar y olvidarte, pero nada sucede. Tu figura sigue ahí. Tu rostro; tus ojos, tu boca. La reacción siguiente es cerrar los ojos, y abrirlos poco a poco para comprobar tu huida. Nada sucede, tu cuerpo no está pero tu recuerdo sigue envolviendo mi lugar, mi cabeza, mi cuerpo, mis sentidos. 
Los rayos de luz se acercan y mis ganas de matar y llorar siguen en pie. Me vuelvo cristiana y comienzo  a rezar, para pedirle al "de allá arriba" que tu ausencia sea un mero juego de espacio. Pero me vuelve a defraudar. Blasfemo y vuelvo  a mis creencias profanas. 
Suena el reloj. El día comenzó. Decido que ya es una hora "prudente" para ir a mi cama. Me despego de todo y me tumbo en la cama, pero algo sucede, siento un peso al lado mío. Es tu presencia-ausencia. Es tu recuerdo que no me suelta ni por un instante.  Abrazo  tu ausencia y me resigno a tener que vivir con esta tristeza por un tiempo incalculable. 

jueves, 15 de abril de 2010

Desde que te fuiste.


"Y ahora no hay nadie. No hay nadie que vuele en mi trazo desde que te fuiste..."

Las Yeguas del Apocalipsis




"Sangre, gritos, marginalidad homosexual e intervención en la ciudad bajo dictadura"


No está muy claro cómo se conocieron Pedro Mardones Lemebel y Francisco Casas ni el origen del nombre de su colectivo. Pero todo indica que surgió inspirado por el SIDA, que entonces estaba considerada como la plaga del siglo. Frente a esa profecía, estos decidieron personificar la versión femenina de los biblícos jinetes del Apocalipsis.
“En aquel tiempo (1987), cuando surgen las Yeguas..., había muchos temas que urgía politizar en Chile. La homosexualidad no se mencionaba en los proyectos de democratización, y alrededor estaban tópicos como el SIDA, las violaciones de derechos humanos, los desaparecidos... ¿Qué podíamos hacer para expresarnos? Había otros homosexuales que hacían teatro, otros nada. Y se nos ocurrió emprender esta serie de puestas en escena, al principio callejeras y luego más organizadas”, comenzó su recuento Lemebel.
La primera intervención fue el 22 de octubre de 1988, durante la entrega del premio de poesía Pablo Neruda al poeta Raúl Zurita. Irrumpieron aquella ceremonia para entregarle una corona de espinas al poeta. Sin embargo, este se apresuró y respondió "no pienso ponérmela".
1987. Mediodía en el campus Juan Gómez Millas. Un sol potente quema los fierros viejos de las instalaciones intervenidas por los militares de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Pedro Lemebel y Francisco Casas ingresan al reducto de Macul desnudos sobre una yegua en un acto que pretendía refundar la Casa de Bello, emulando la entrada de Pedro de Valdivia a Santiago.





Lemebel y Casas se decidieron y lo hicieron: montaron sobre una yegua y recorrieron la ciudad desnudos rumbo a la Facultad de Arte de la Universidad de Chile. La bestia de tiro era arrastrada por la poetisa Carmen Berenguer, mientras una muchacha les abría paso entre la multitud acompañándose de los bucólicos sonidos de una flauta traversa.
“La Universidad estaba intervenida, llena de milicos. Nosotros hicimos eso para que las minorías, los desarrapados, los indios y los sudacas entráramos al templo del saber de forma irónica y lúdica”, recuerda Berenguer.



No fue la única acción delirante del colectivo. En la memoria permanecen también las tertulias literarias de la época, a las que concurrían nostálgicos poetas y artistas marginados por las listas negras del régimen, o la famosa performance en la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, donde Las Yeguas recrearon la conquista de América bailando a dúo un pie de cueca sobre un dibujo del continente lleno de vidrios rotos, y vestidas cual Frida Kahlo al cuadrado.


Sin embargo, esas míticas Yeguas hoy en día no se hablan. Están peleadas y no dan explicaciones. Por su parte, Francisco Casas editó su primer libro, llamado: "Yo, yegua".
En varios pasajes de Yo, Yegua el tono no es de querella sino de afecto y comprensión, algo que resulta coherente con la declaración de Casas, en el sentido de que entre ellos nunca fueron pareja: “Éramos cómplices de un matrimonio sin sexo. De repente yo me enamoré y me fui con mi chavo. Cambiaron mis prioridades. Yo creo que él no lo resistió”.

Arqueología de la ausencia



Proyecto fotográfico de Lucila Quieto. Esta lo comenzó como su proyecto de tesis. La idea partió puesto que su padre, Carlos Quieto, desapareció durante la dictadura militar argentina, cuando ella tenía cuatro meses de edad. Por lo que no hubo tiempo para tomarse una foto con su padre, por lo que pensó que podría repararse. Se le ocurrió proyectar sobre una pared una diapositiva de una foto de su padre y fotografiarse ella misma junto a la fotografía proyectada. Todo realizado bajo el trabajo de foto-montaje.


“Pedí a cada hijo que buscara en sus cajas una foto de su padre, que luego reproduje en diapositivas. Las proyecté sobre una pared y les pedí que se introdujeran entre la cámara y la imagen” explica Lucila.






La "arqueología de la ausencia" logra atrapar con sus montajes fotográficos un tiempo que no existe, crear momentos irreales en los que hijos y padres separados por la muerte, el secuestro o la desaparición posan juntos por primera vez.


Ausenc ' as


Exposición de Gustavo Germano en donde muestra el desgarro de la dictadura militar argentina. Este proyecto parte de la base de álbumes familiares, muestra quince casos que ponen rostro al universo de los que ya no están: trabajadores,militantes de barrio, estudiantes, obreros,profesionales o familias enteras, todos ellos víctimas del plan sistemático de represión ilegal y desaparición forzada de personas instaurado por la dictadura militar en Argentina entre 1976 y 1983.

"La desaparición forzada de personas que debían esfumarse en la nada fue el método elegido por la dictadura argentina de 1976-1983. Según varios de sus jefes, así buscaron evitar la condena de la Santa Sede, con la aprobación sigilosa de la jerarquía argentina. Pero a cambio consiguieron que aquel pasado atroz llegara a ser un insomne presente perpetuo, como la maldición que Neruda pensó para Franco. Más que los juicios penales, las investigaciones periodísticas o los ensayos filosóficos, el arte da cuenta del vacío lacerante que la ausencia inexplicable provoca. Como las esculturas de Juan Carlos Distéfano o los poemas de Juan Gelman, los cuadros de Carlos Alonso o los del español Ramos Gucemas, las fotografías de Gustavo Germano y los puntos que en cada leyenda reemplazan al nombre ausente evocan ese trauma fundador de la identidad argentina contemporánea y nos introducen al misterio del tiempo con la muda violencia de un gesto congelado" Horacio Verbitsky.


Caso Eduardo Germano.
Eduardo Raúl Germano, 18 años.
Es secuestrado el 17 de diciembre de 1976 en Rosario (Santa Fe) En septiembre de 2007 Eduardo Germano sigue deternido-desparecido.

1969.






Gustavo M. Germano
Guillermo A. Germano
Diego H. M. Germano
Eduardo R. Germano.

2006.






Gustavo M. Germano
Guillermo A. Germano
Diego H. M. Germano
.



Caso Raúl María Caire.
Raúl María Caire, 27 años
Es secuestrado junto a su mujer y sus dos hijos el 2 de noviembre de 1976 en Resistencia (Chaco). En septiembre de 2007, Raúl María continúa detenido-desaparecido.







1973
Andrés Servín
Raúl María Caire
Luisa Inés Rodríguez.







2006
Andrés Servín
.
Luisa Inés Rodríguez.


Caso María Irma Ferreira.
Maria Irma Ferreira, 22 años







Es asesinada junto a su marido el 7 de enero de 1977 en Rosario (Santa Fe). En septiembre de 2007, la familia sigue reclamando justicia.







1970
Maria Irma Ferreira
Maria Susana Ferreira.







2006
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Maria Susana Ferreira.


Caso Omar Darío Amestoy.
Omar Darío Amestoy, 31 añosMaría del Carmen Fettolini, 29 años Maria Eugenia Amestoy, 5 añosFernando Amestoy, 3 años



La familia Amestoy es asesinada el 19 de noviembre de 1976 en la “Masacre de la calle Juan B. Justo”, San Nicolás de los Arroyos (Buenos Aires). En septiembre de 2007, las familias continúan reclamando justicia.







1975
Omar Darío Amestoy
Mario Alfredo Amestoy.







2006
.
Mario Alfredo Amestoy.



Conmovedor proyecto. Tan brutales fueron las dictaduras en Latinoamérica, que aunque el tiempo siga transcurriendo las heridas no cicatrizan. Y si, en algunos casos, no duele ya la herida, quema la cicatriz.
Gustavo Germano logró un proyecto desgarrador, que logra disiparse por todo el cuerpo. Y nos hace cuestionar constantemente los límites del ser humano y su capacidad de ser un miserable. De ser miserable y regar miserias.

Maestro



Cortometraje del húngaro Mr. Geza M. Toth. 


Maestro: una obra maestra.

Alumbrando (te)



"...procuraré mantener la luz encendida por si se te ocurre volver de repente. Alumbrará este recuerdo incandescente el camino de vuelta..."

Le cyclope de la mer




...Gran cortometraje francés acompañado de la música de Yann Tiersen.

martes, 13 de abril de 2010

Qué más...dime qué más...


"...qué más se le puede pedir a un amor no correspondido que un chispazo que ilumine tu vida" Frida K.

Barrio París-Londres



Este barrio se encuentra en el sector céntrico de la capital. Una de sus características principales son sus estrechas calles construidas de adoquines. Antiguamente, estos terrenos pertenecían a la orden franciscana, pero por problemas económicos la iglesia tuvo que venderlos. Las autoridades de ese entonces, compraron aquellos terrenos y los entregaron a arquitectos del viejo continente para que estos realizaran  sus obras y diseños. Todo esto ocurrió en 1920. 
Este lugar sirve como pulmón dentro de tanto caos capitalino. Cuántas veces, este barrio, albergó pausas, silencios y respiros. Es verdad, este barrio sirve para realizar una pausa a metros de la ruidosa "Alameda". Te incorporas paulatinamente a un Santiago diferente, a uno que no odio tanto. A un Santiago que va musicalmente despacio. Sin embargo, no todo puede ser perfecto. Este barrio albergó durante la dictadura militar a un centro de detención y tortura ocupado por la DINA. Era conocido como Londres N° 38. Empero, en la jerga militar era conocido como el cuartel "Yucatán". Este centro fue utilizado hasta la apertura del campo de concentración Villa Grimaldi. Es decir, operó sistemáticamente desde diciembre de 1973 hasta agosto de 1974. 
Entre los detenidos, este lugar, fue conocido como "La Silla" por la gran cantidad de sillas que había en su interior, estas servían para que estos esperasen mientras esperaban su turno para ser torturados. 
La tortura más habitual que se utilizó en este centro fue la aplicación de electricidad o "la parrilla". Otro método fue el de torturar a parientes cercanos en presencia del detenido. Llevando a cabo hasta vejaciones sexuales.  
La cantidad de días que permanecían en el centro fluctuaba entre los dos o diez días, después de esto eran liberados en la vía pública o trasladados a Tejas verdes o al Estadio Chile (Hoy Estadio Víctor Jara) Y si la estadía se alarga son trasladados  a Cuatro álamos (pabellón de incomunicados) o bien son transferidos a Chacabuco, en calidad de arrestados por el respaldo de las disposiciones de la Ley de Estado de Sitio.
Durante el período que operó este centro, murieron ochenta personas. Este lugar también era conocido como "la casa del terror" o "la casa de las campanas" este último nombre fue recibido gracias a que se escuchaban las campanas de la Iglesia San Francisco ubicada muy cerca del lugar. 
Este lugar había sido, antes del Golpe Militar, la sede del Partido Socialista.
Londres 38 estuvo a cargo de la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM). En este recinto operaban dos grupos de la DINA: "Caupolicán" y "Tucapel". También existían dos grupos operativos que salían a detener e interrogar: "Halcón 1" y "Halcón 2".
Operaban también cuatro grupos: Halcón, bajo el mando de Miguel Krasnoff. Tucán, al mando de Gerardo Godoy García. Águila o "los guatones", al mando de Roberto Lawrence Mires. Entre otros.  


Y así comienza mi recorrido por Santiago...por un lugar de contrastes. Pese a la gran connotación política que tiene este lugar, muchas veces sirve para silenciar aquellos ruidos y temores que no soporto de esta capital.
 Perdón. 
Visito este lugar cada vez que puedo, porque como dicen algunos: "Ni perdón ni olvido". Y como dicen otros, "hay que funar".

Calesitas...






Caminábamos apresuradamente, mientras mi pequeña mano se aferraba a la tuya. Nuestros pasos eran recordados por aquel eco que resonaba en esa oscura noche de primavera. 
Mis ojos estaban más grande que de costumbre. Estaban más negros y luminosos. Mi sonrisa más amplia y mi inocencia aún seguía en pie. 
Caminábamos y yo sólo pensaba en aquellos colores, en aquellos movimientos y melodías que podría sentir al llegar a nuestro destino.  
El eco de nuestros pasos se detuvieron. Me miraste y sonreíste como jamás te había visto. Quizás, también esperabas con ansias esos colores y esa música. Quizás anhelabas más que yo llegar a ver a esos caballitos subir y bajar al ritmo de acordeones y  campanitas. 
Suspiré y di media vuelta para ver aquel escenario. Volví a suspirar y quedé perpleja por  magnitud de evento que se mostraba ante mis ojos negros. 
Sonreí, sonreímos. Me tomaste de la mano y me llevaste hasta la calesita. Nunca olvidaré semejante sensación de aislamiento. Era yo volando. Era yo experimentando algo parecido a caminar sobre las nubes. 
Desde aquel día, sueño incesantemente con volver a subirme  a una calesita. Sin embargo, mis ojos están  más pequeños, mis huesos pesan más y de inocencia mejor ni hablar. Es por eso, que desde que supe que no volvería a pisar aquel escenario es que deseo constantemente con tener una cajita musical con forma de calesita, para no olvidar que alguna vez fui feliz. 

Puerto Natales, 1989.

Recuérdalo ...



...el camino de regreso yo te lo recordaré...

Chiapas: el estado de la memoria en la memoria del Estado





Memorias del olvido:

México es un rompecabezas de espejos interrogantes donde las contradicciones históricas se multiplican en desigualdades. Juego de espejos rotos, partidos en clases históricas. Interrogación también de espíritus que toman por asalto la memoria para hacerse cargo del futuro. País de espejos líquidos, territoriales y sanguíneos, teñidos con escaramuzas de olvido, subterfugios y exhumaciones. Tensión de imágenes en lucha.
1994 encontró a los mexicanos borrachos (entre otras cosas) de navidad, año nuevo y sobredosis de TLC[1]. Nos despertó temprano la Historia con sus viejas-nuevas bocinas de revolución llegadas, esta vez, desde Chiapas[2]espejo, fondo y deseo: indígena, armado y zapatista.
1994 trajo, incluso, una bofetada revolucionaria y amorosa. Que duele y despierta, tal cual.
1994 nos encontró desorganizados, desanimados, sometidos y dóciles.
¿Cómo aguantamos tanto?
"Si las voces que escriben la historia hablan de descompás, es porque la voz de los oprimidos no habla... todavía. No hay calendario histórico, nacional o regional, que recoja todas y cada una de las rebeliones y disconformidades contra el sistema impuesto y mantenido a sangre y fuego en todo el territorio nacional..." (Subcomandante Marcos, agosto de 1992. Ajoblanco)
Hechos concretos:
Carlos Salinas de Gortari, y su comparsa, gerenció, bajados los pantalones, el delirio de esa burguesía que sueña con ser socia del Primer Mundo a cualquier costo... que ellos no pagan. Ganó su sitio en la memoria por regalar materia prima y mano de obra. Imponer el Tratado de Libre Comercio, fue obra cumbre de lebreles obedientes educados en la tradición político-económica de Porfirio Díaz y actualizados en los nuevos-viejos circos financieros internacionales disfrazados de todo, incluso de universidades.
México 2003, en pleno TLC: 120 millones de habitantes, 50 % de la población debajo de la línea de la pobreza. Millones huyendo del hambre mexicana, hacia el hambre en USA. Enfermedades descontroladas, analfabetismo, desempleo, endeudamiento, corrupción política, militar, empresarial, eclesiástica... Hospitales, escuelas, ciudades devastadas. [3]
Hacer memoria para recordar el futuro:
Documentar el zapatismo plantea problemas. La historia documental zapatista elaborada con estrategias que actualizan el pasado en futuro concreto, problematiza a historiadores e intelectuales afines y conexos. La idea de memoria en los zapatistas no se arrastra tras las migajas de recuerdos más o menos fieles ni tras la prueba de hechos legible antojadizamente. Lo que se documente sobre la revolución zapatista como fuente confiable para los investigadores históricos ha de ser la derrota efectiva y contundente de toda forma de explotación. Derrota que es victoria de los zapatistas. O sea pues, su poesía.
En las imágenes documentales hay siempre manufactura como estrategia de proximidad y descubrimiento donde el documentalista tiene como misión fundamental "mostrar", "exhibir", "hacer evidente". Esa manufactura pone a prueba nuestra ignorancia e inocencia en la vorágine contemporánea de lo "visible". Pone a prueba al modo hegemónico de producción de imágenes y sus intereses, frecuentemente infiltrado en las herramientas metodológicas del documentalista, para insuflar afluentes doctrinarios no elegidos, consensuados o cuestionados tras la fascinación posible de lo Imaginado.
Para acabar con la tentación de convertir a cada documental en "cultura" o en economía de la moral burguesa, es necesario que el documentalista esté dispuesto a rehacerse históricamente bajo la fuerza histórica concreta de los actores sociales y su tensión con la realidad. No al margen y no encima. Es decir, rehacerse críticamente con un modo de producción de imágenes documentales distinto, en ideas y práctica, a cualquier modo de producción documental alienante.
La memoria (filmada, fotografiada, escrita) debe ser instrumento de transformación, no archivo muerto. Los recuerdos y testimonios zapatistas no yacen bajo lápidas cronológicas ni son epitafios del ser; no sólo no tienden a borrarse sino que se actualizan y desarrollan asociados a otras funciones múltiples de manera integral, totalizante y dialéctica. Salvo casos patológicos no hay razón para desconfiar de la memoria cuando ésta se impulsa en un programa vivo de vida libre y no alienada.
Los documentales zapatistas al lo largo de su historia, y en ejercicio pleno de muchas contradicciones, deben indagar el idioma testimonial de la memoria viva que insiste en trabajar por y para el futuro libre. Se trata de una producción revolucionaria e histórica (1910-2003) en búsqueda de la verdad por consenso, sin extorsiones o chantajes, nacionalistas, comerciales o teológicos. Fuera y dentro de lo oral y de cualquier reflejo parcial de toda historia que se pretenda relato único generalmente autoritario y demagógico.
¿Qué documentar, cómo, para qué, para quién?
Hay que documentar el nacimiento de la organización, sus programas, limitaciones y desafíos. La organización no es un vocablo gerencial... es una categoría lógica de la praxis transformadora. Es un salto cualitativo.
Si la miseria, la barbarie y la explotación es "nuestra realidad económica, política y cultural" es decir la que nos imponen, si es éste el "patrimonio" que heredamos y heredaremos, si es éste tendal de desolación y muerte el punto desde donde debemos pararnos, porque no hay de otra, para recuperar la vida, sus goces y su desarrollo libre... ¿con qué herramientas trabajaremos?
Ya los zapatistas[4] (desde 1910 y hasta el presente) han apuntado repuestas a esta pregunta. Trabajar, luchar, con todas las herramientas y armas que seamos capaces de ganar, conquistar y arrebatar. También con las que seamos capaces de inventar o crear. Con las armas de la teoría y las de la agronomía, con las armas de la cultura y las del cultivo. Con las armas de la critica y la autocrítica. Con el arte, con la ciencia, con la filosofía y con la poesía. Con documentales incluso. Con los obreros, los campesinos y los indígenas. No adelante, no arriba de ellos.
Zapata, la revolución zapatista, los zapatismos todos desde 1910, han motivado de manera particular la investigación y la producción documental[5]. Historiadores, científicos, cineastas, ecologistas, videastas, pintores, fotógrafos, luchadores sociales... incluso policías, militares y espías han generado un repertorio de experiencias documentales subordinadas por los intereses más disímbolos y contradictorios. Dentro y fuera de Chiapas. Una clasificación, no necesariamente exhaustiva, nos dejaría ver cuáles producciones documentales han sido producidas por zapatistas, con zapatistas o sobre zapatistas. Para qué y bajo qué banderas. No es cosa menor.
La revolución zapatista fue y es lucha política de campesinos e indígenas sobre mucho más que asuntos agrarios. No menores. Se trata de una revolución que exige el final las haciendas de todo tipo con un Plan de Ayala que ha evolucionado de manera desigual y combinada tras un proceso largo para modelar programas sociales sin explotación. No sin contradicciones serias. Se trata de una Revolución friccionada históricamente con sus propias potencias en condiciones feudales, con una masa campesina e indígena no proletarizada pero rebelde, una fuerza industrial incipiente trabada en conflictos con los obreros de ese tiempo que enfrentaban las condiciones miserables de su trabajo. No pocos muertos. Desde 1911 hasta hoy los zapatistas son protagonistas de la historia latinoamericana aunque se hayan hecho todos los esfuerzos por omitir su imagen del la historia. Acaso una de las victorias históricas más grandes del zapatismo ha sido su capacidad de afianzarse y apropiarse de una memoria viva, de acción directa, gracias a documentarse a sí mismos con las armas de las tradiciones orales, canciones, fiestas populares, ritos y leyendas hasta películas, videos, Internet, bailes, encuentros, comunicados y posdatas. También con las armas de fuego y con las comunidades autónomas ganadas.
Muchos afirman que por las noches, en la sierra y la montaña, a todo galope y seguido por su ejército, cabalga Emiliano Zapata. Pasa como rayo entre el estruendo de caballos fulgurantes e ilumina la noche. Dicen que después se produce un silencio monumental, que ni siquiera los grillos cantan, que se tiende un manto de reverencia donde se recuestan las esperanzas a parir un día nuevo. Cuentan que es una paz certera, que llena los corazones con murmullos de rebelión y augurios buenos, que los niños se duermen tranquilos y los ancianos sacan a pasear sus mejores recuerdos mientras se fuman un cigarrito de promesas revolucionarias. Dicen que sobre el horizonte el general Zapata se detiene siempre, echa una mirada de ésas que sólo él tiene, revisa el universo, respira profundo y acicatea con fuerza su caballo para seguir el galope.
Dicen que la luna ilumina y hace brillar los adornos plateados de su traje, que parecen estrellitas sobre el firmamento de la esperanza, que se quedan ahí durante muchas noches hasta que el general vuelve a pasar. Dicen que Zapata siempre se va por el mismo camino, que se pierde entre las milpas más altas donde está el maíz más grande. Que la noche se pinta con el olor de yerba mojada y sopla una brisa fresca como beso de futuro. Lo dicen y no son pocos. ¿Será verdad?
Especialmente el zapatismo que levantó su vieja-nueva voz el primero de enero de 1994 ha producido con su práctica imaginarios movilizadores que entre correos electrónicos, videos, audios y marchas, amasa una riqueza de imaginarios extraordinaria. La producción documental nacida al calor de los primeros balazos en 1994 con sus incontables entrevistas, fotos, sonidos etc. Sirvió fundamentalmente para fortalecer la lucha zapatista. La circulación mundial de documentos y documentales zapatistas, que en muy poco tiempo informó sobre la vigencia de la rebeldía, sirvió como arma revolucionaria y de resistencia aunque no faltaran los arribismos más diversos incluso los que sólo querían fotos con Marcos. Unos quisieron usar al zapatismo para cubrirse de gloria revolucionaria y mesianismo indigenista neo ecológico. Otros quisieron documentar las acciones zapatistas para construirse nombre a la sombra de la construcción comunitaria de los soldados zapatistas. Algunos, rápidos, pidieron y consiguieron becas para estudiar lo indígena y lo exótico. No faltaron los espías del gobierno, de la iglesia, del ejército nacional o importado.
¿Hacia dónde hay que apuntar cámaras, micrófonos... lápices?
Contamos con el futuro inmediatamente.
No hay territorios neutrales, no hay zonas eclécticas. Queda claro con la documentación del alzamiento zapatista que lo primero que hay que ganar es claridad en el terreno de la lucha. El documentalista no es asexuado. En las condiciones extremas donde se lucha contra la miseria, en Chiapas o en cualquier lugar... se sirve a la emancipación contra el capitalismo o se sirve al capitalismo a pesar de los inventos ideológicos que se pergeñen para argumentar "objetividad", "imparcialidad", "serenidad". Hay 70 mil soldados en espera de órdenes para asesinar a indígenas que luchan por su vida[6]. ¿Quiénes son los neutrales?
Hay mucha pose, snobismo y pedantería en muchos de quienes pasan por Chiapas haciendo obra documental. Nacionales o extranjeros. Algunos venden su obra, ganan festivales, editan, exponen y se olvidan. Y es lógico porque no es su lucha. Su lucha es otra aunque sea amargo aceptarlo a sabiendas del manoseo y uso que suele hacerse de personas y circunstancias. Están llenos de esto los canales de televisión mercantil, los diarios, las radios, algunos museos y no pocas academias. Nadie puede ignorarlo.
No se es "bueno", "santo" ni "progre" por documentar la vida indígena para exhibirla en festivales, muestras o congresos. "praxis sin teoría, es decir, por debajo del estado más avanzado del conocimiento, ha de fracasar necesariamente [...]". El documentalista no es ajeno. Sin teoría revolucionaria del documental y de la Imagen no puede haber movimiento revolucionario del documental y de la Imagen en general.
Mienten los que juran tenerlo claro. Está a la espera de ser documentado lo otro, lo excluido, lo invisible e ignorado, con su pensar y hacer como sobre toda idea de comunicación... Eso que ocurre en Chiapas, México, es a su modo poesía fulgurante, insurgente y revolucionaria que recupera terreno, su terreno. Recupera presente y futuro. Recupera personas, moviliza esperanzas y potencia espíritus rebeldes... revolucionarios. Estremece y cuestiona a olvidadizos, indiferentes o ignorantes en el mismísimo teatro de la crueldad neoliberal. Se mire desde donde se mire, recupera al corazón - ¿Qué imagen del corazón rebelde documentamos con su caudal revolucionario?
En Chiapas, en Irak, en Argentina... La contradicción entre trabajo y capital sigue siendo central y fundamental. El conflicto entre trabajo y capital no es solamente un choque de intereses, sino que también involucra una contraposición de valores, principios y morales. El grado de claridad que pueda y deba ofrecer esto al trabajo de los documentalistas puede traducirse en acción organizada empeñada en ser eficaz y eficiente.
La realidad como relato documental puede ser una gran ficción en imágenes camaleónicas. Eso conlleva la necesidad de fincar soportes metodológicos recurrentemente ignorados por los vicios empiristas y criticistas. No hay tiempo que perder.
Todo documental es limitado. El documental no es la revolución. No puede hacer un conocimiento y acción completos. Aun siendo consciente de la riqueza y variedad de vida social, el documentalista no debe olvidar que ésta se estructura de una particular manera y que su trabajo puede ser una contribución en la transformación de la sociedad y sólo eso. Necesitamos saber nítidamente de qué lado estamos.
"Vale. Salud y si sigue la memoria, no olvide usted tener a la mano una piedra de esas que tanto teme el Goliat neoliberal y que, como todas las piedras, no mueren... Desde (las, piedras de las) montañas del Sureste Mexicano." (Subcomandante Insurgente Marcos. México Indio, febrero de 1998.)

Notas

[1] NAFTA, como gusta a los yanquis y a los pro-yanquis.
[2] "Chiapas es el Estado más pobre de México. De un total de 3.210.000 habitantes, 2.900.000 (es decir, el 90,2% de la población) vive en la pobreza según datos oficiales. De estos 2,9 millones de pobres, 2.400.000 son indígenas. http://www.elmilitante.org/elmilt139/mexi_139.htm
[3] "México fue la experiencia neoliberal más radical, al promover una apertura económica completa, con la adhesión al TLC, aunque confrontando su PIB, de cerca de US$310 mil millones de dólares, con un PIB de US$5.2 trillones. (...) Ahora es la expresión del fracaso del proyecto neoliberal y vive una crisis dramática en todas sus dimensiones." Aloizio Mercadante, economista brasileño.http://www.lunes.com/puyana/crisismexicana/salinato6.htm
[4] Que deberán desarrollar su propia lucha con un programa que incluya la nacionalización de la tierra y la banca sin indemnización, que llame a organizar una lucha no sólo de indígenas en Chiapas sino la de todos los trabajadores, jóvenes, niños, hombres, mujeres ancianos...
[5] Son ejemplo los archivos de: Agustín Victor Casasola (Ciudad de México, 1874 / 1938), creador y principal promotor del "Archivo Casasola" --uno de los más amplios y mejor documentados archivos fotoperiodísticos, no solo del Cono Sur, sino de toda la historia de la fotografía.http://www.omnicon.es/panorama.html , http://www.cpd.unam.mx/agnmex/285.html
[6] México: 11 millones de indígenas 56 etnias Chiapas: Mas de 70.000 efectivos militares: La Jornada 7/4/98 111 municipios: El Nacional 8/4/98 10.500.000 indígenas: Chiapas produce el 50% de la energía eléctrica del país: Cambio 16 16/4/98 15.000 niños muertos al año por enfermedades curables: Cambio 16 16/4/98 75% de analfabetismo. Cambio 16 16/4/98 86 pozos petroleros, c/u extrae diariamente 92.000 barriles de petróleo y 516.700 millones de pies cúbicos de gas Chiapas produce el 35% de la producción cafetalera: Subcomandante Marcos, agosto de 1992. Chiapas posee 75.634,4 kilómetros cuadrados. Unas 7,5 millones de hectáreas, respecto de la República Mexicana, octavo lugar de extensión y tiene 111 municipios De cada 100 niños, 72 no terminan el primer grado. 1.500.000 personas no disponen servicio médico alguno. El 54% de la población está desnutrida. Subcomandante Marcos agosto de 1992. Ajoblanco.



* Fernando Buen Abad Domínguez.