miércoles, 8 de diciembre de 2010

Fue sin querer...


"...es caprichoso el azar. No te busqué, ni me viniste a buscar"


La sensación de soledad, al igual que los malos momentos no vienen solos. Silencios, miedos, dudas, tristezas, incertidumbres acompañan siempre.
Cuando se reflexiona desde el suelo, todo es malo. Llueve sobre mojado se vuele el estandarte más cercano.
Es complicado pensar en blanco cuando todo a tu alrededor conspira para que prime la oscuridad. Es difícil creer en los destellos, en los claros de luna, en los amaneceres, cuando piensas en negro.
Pero, a veces, cuando uno menos espera, llega la música del azar a empapar tus oídos. Y así fue, como comenzó esta historia. Fue sin querer.
Sé que no me buscabas, ni yo tenía ganas de pasar por pórticos amorosos después de todas las malas experiencias. Sé que no imaginamos bajo ninguna circunstancia formar algo más que una relación de amistad. Pero ya ves...es caprichoso el azar.
El azar, ese caprichoso azar, construyó un camino rodeado de girasoles. Curiosamente después de aquel día en que decidimos, por no sé qué motivo, besarnos, los semáforos prendían sólo la luz roja. También comenzamos a sentir el peso de la distancia, de las palabras y de las miradas.
Pero también nos enseñó que todos los días pueden ser primavera y que el insomnio sólo vale la pena si es sobre tu cuerpo.
Sé ha que sido un mal año...sé que mi bipolaridad pesa...que las heridas son difíciles de curar más aún cuando son muy recientes...que muchas veces se tergiversan las palabras...pero sin embargo, cuando apareces frente a mis ojos, todo se transforma de una linda comparsa veraniega. El carnaval de Río de Janeiro, lamentablemente, queda pequeñito frente a todas las exaltaciones que suceden alrededor cuando nos encontramos. El mundo conspira, se detiene, y los demás dejan de tener sentido e importancia.
Haz sido una pieza fundamental en mi sobrevivencia, no sé cómo hubiese podido soportar tanto dolor, tanta rabia, tanta desilusión sin tu compañía desinteresada. No sé dónde hubiese ido a parar si el azar no nos hubiese juntado un 16 de Febrero. No sé qué sería de mí si no hubieses decido arrancarte al fin de mundo, a ese lugar en dónde sólo se es feliz.
Sé que no ha sido fácil este camino junto a mí, sé que no es fácil tratar (me) y soportar (me) tanta basura gratuita. Sé que no es fácil caminar de mi mano ( ya sabrás que tengo un hombro más arriba que el otro) Que mis incertidumbres no son una buena ayuda a esto, pero créeme, tengo todas las ganas de enredarme a tu cuerpo, por mucho tiempo. Deseo que la enredadera crezca sin parar y nos envuelva. Que la soledad no esa un tema. Y que la luna ilumine nuestros rostros. Que los atardeceres y amaneceres sean nuestros escenarios. Que los arreboles nunca dejen de asombrarnos.
Es por eso, que desde esta vía expreso mis sinceras ganas de pasar las cuatro estaciones. Los 365 días del año. Las 24 horas. Los 60 minutos. Los 36o0 segundos junto a ti.

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